Aprender a alcanzar el orgasmo puede llevar tiempo, no te concentres sólo en el orgasmo, concéntrate en lo que sientes en ese momento, descubre y haz lo que realmente disfrutas: estos son sólo algunos consejos que hemos escuchado sobre el orgasmo.

Están absolutamente bien. Sin embargo, podemos preguntarnos: Está bien, pero ¿cómo podemos encontrar realmente lo que nos permitirá experimentar el orgasmo? ¿Qué buscar? Empecemos con lo básico.

No hay una manera correcta

En primer lugar, puede resultar útil aceptar que no existe un camino correcto hacia el orgasmo. Durante las consultas sexológicas, muchas personas refieren como un problema la dificultad para experimentar el orgasmo durante la penetración, mientras que estas personas lo experimentan de otra forma sin ningún problema.

Es una creencia muy común que sólo la penetración es la forma correcta de lograrlo, y que otros orgasmos son menos valiosos o no pueden llamarse así en absoluto. Sin embargo, el placer sexual se puede experimentar de diferentes formas.

¡Contexto!

Lo que puede influir en la experiencia del orgasmo es el contexto del sexo (en solitario). Entonces todos estos factores pueden hacer que estemos dispuestos a tener relaciones sexuales y nuestro nivel de excitación aumentará. Cuanto más alto sea, mayores serán las posibilidades de que se libere el orgasmo; es una liberación repentina e incontrolada de tensión sexual. Por lo tanto, puede ser útil pensar en lo que nos permite desarrollarlo y no ejerce presión sobre nuestros frenos sexuales y, por lo tanto, no nos dificulta tener relaciones sexuales. En otras palabras, descubramos qué nos ayuda a excitarnos y percibir una situación determinada como erótica.

Amor propio

Inicialmente, aprender a experimentar el orgasmo, a controlar la eyaculación y a probar diferentes técnicas puede resultar más fácil mientras se masturba. Entonces tenemos la oportunidad de centrarnos únicamente en nuestro propio placer y escuchar a nuestro cuerpo. Luego podemos introducir las técnicas aprendidas en el sexo con otras personas y mostrarles qué nos permite experimentar el orgasmo. El amor propio suele recomendarse como una forma de conocernos mejor a nosotros mismos, lo que nos gusta y aprender a llegar al orgasmo.

El amor propio suele recomendarse como una forma de conocernos mejor a nosotros mismos, lo que nos gusta y aprender a llegar al orgasmo.

Paciencia

Existe una paradoja sobre el orgasmo. Cuanto más queremos experimentarlo, cuanto más nos concentramos en ello y pensamos en ello, más difícil puede ser. Por eso vale la pena darse tiempo y ser comprensivo.

Muchas personas se sienten culpables porque lleva mucho tiempo alcanzar el orgasmo (tanto en términos de aprender a experimentarlo como de tenerlo durante las relaciones sexuales). Sin embargo, ¡esto es completamente normal! Encontrar el camino hacia el orgasmo también puede requerir experimentar y ver lo que disfrutas. Y también rechazando la presión de que debe producirse un orgasmo, así como la capacidad de estar aquí y ahora.

Creencias sobre el orgasmo

Puede ocurrir que la experiencia del orgasmo se vea obstaculizada por diversas creencias que tenemos al respecto. Estos pueden incluir pensamientos de que el orgasmo debería ocurrir cada vez, que la mayoría de las personas lo experimentan o que experimentar satisfacción sexual sin un orgasmo es imposible. Estas creencias pueden contribuir a sentir la presión mencionada anteriormente, así como otras emociones difíciles. Todo esto, a su vez, puede dificultar la excitación durante el sexo (en solitario) y centrarse en el placer experimentado en un momento determinado. Por lo tanto, puede resultar útil observar sus creencias y pensamientos.

Pasemos ahora a responder la pregunta "¿cómo?"

Sitios de estimulación

Muchas personas se centran principalmente en la estimulación genital durante las relaciones sexuales (en solitario). Vale la pena saber que en el caso de las mujeres (personas), es más probable que la estimulación del clítoris conduzca al orgasmo que la estimulación vaginal. Sin embargo, en los hombres (personas), además del pene, la próstata también es un lugar muy sensible. Puede estimularse tanto indirectamente (a través del perineo) como directamente (analmente).

También puede resultar útil centrarse en otras áreas del cuerpo. Tocar diferentes lugares de nuestro cuerpo puede conducir a la experiencia de placer sexual, por lo que vale la pena experimentar con ello. Gracias a ello podemos descubrir el mapa sensual del cuerpo, es decir, el mapa de lugares cuya estimulación nos excita, puede conducirnos al orgasmo y, sobre todo, dar mucho placer.

El uso de cosméticos eróticos también puede resultar útil. Los lubricantes pueden ayudarnos a experimentar un mayor placer durante el sexo (en solitario), incluso cuando usamos dispositivos. Sin embargo, los geles, bálsamos, sueros y aceites estimulantes aumentan la sensibilidad de los genitales (por ejemplo, aumentando la microcirculación), lo que puede facilitar la experiencia del orgasmo.

También se pueden utilizar gadgets (por ejemplo, masajeadores) y diversos accesorios, como látigos, plumas, pinzas para pezones, para tocar y estimular diversas partes de nuestro cuerpo. Las vendas, a su vez, pueden intensificar las sensaciones percibidas por otros sentidos y aumentar el nivel de excitación.

Fantasías sexuales

Las fantasías sexuales pueden ayudarnos a excitarnos más y, por tanto, experimentar el orgasmo más fácilmente. También son un espacio seguro en el que podemos explorar nuestra sexualidad y satisfacer nuestras necesidades (también cuando no pueden satisfacerse de otra manera). Su ventaja es que se pueden controlar. Esto hace posible reproducirlos en tu cabeza cuando necesites emocionarte más. Cabe mencionar que no hay nada de malo en fantasear durante el sexo con otra persona, incluso si fantaseamos con otras personas. Tener una fantasía no significa necesariamente que nos gustaría hacerla realidad.

Cabe mencionar que no hay nada de malo en fantasear durante el sexo con otra persona, incluso si fantaseamos con otras personas.

Consciencia

Cada vez se habla más de mindfulness en el contexto de la sexualidad. La sexóloga canadiense Lori A. Brotto realizó una extensa investigación sobre el impacto del entrenamiento de atención plena en los problemas sexuales, incluidas las dificultades para experimentar el orgasmo. Resulta que las técnicas de mindfulness pueden ser de gran ayuda en esta materia, porque nos permiten estar aquí y ahora, en lugar de estar en la cabeza, y así centrarnos en el placer que experimentamos.